Partiendo del libro "Los misterios del señor Burdick", se muestra una imagen y se da como pista la frase del título. El resto es pura imaginación con el objetivo de escribir para leer. Aquí va una muestra:
Todo comenzó cuando alguien dejó abierta la ventana. Era la ventana de una alcoba con peana situada en el tercer piso de la casa del Guiso. Era otoño y las hojas amarillas caían lentamente de los árboles hasta las alcantarillas. Las palomas del parque, huyendo del frío, buscaron refugio en la alcoba del tercer piso junto al río, que tenía la ventana abierta. Huyeron atropelladamente hasta verse dentro de repente. Una vez dentro, queriendo remontar el vuelo, se toparon con un techo bajo que las mantuvo revoloteando sin que encontraran consuelo. El fantasma del miedo a quedar atrapadas las paralizó hasta quedar en la pared pegadas, como un adorno de papel.
Fue entonces cuando una paloma pequeña, indómita, rebelde y libre, negándose a quedar a la colonia adherida, se resistió aleteando fuertemente hasta quedar herida. Al final consiguió arrancarse unas plumas que pegadas a la pared dejaron un rastro que sirvió de acicate a las demás para hacer lo mismo y poco después, siguiendo su ejemplo y con gran acierto, recuperaron la libertad en busca de un lugar abierto.
Cuando la inquilina entró en su alcoba se quedó como boba. Vio montones de plumas en las paredes que igual que las cortinas se movían ligeramente al son de la brisa otoñal, como las hojas finas.
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