viernes, 9 de abril de 2010
Música en la biblioteca
Del 22 al 26 de marzo hubo una exposición de instrumentos de la música popular vasca. No sólo se mostraron y dieron a conocer por la profesora de música, Oihane, a quien agradecemos el esfuerzo de traerlos, montar la exposición, explicar con su buena pedagogía el sentido de la exposición y la historia de los instrumentos, sino que a la vez que explicaba hacía demostración práctica de todos ellos. Gracias a Oihane sabemos que en los cancioneros populares podemos encontrar grandes variaciones en una melodía de origen común y que la música popular ha sido un fenómeno cambiante que en muchos casos sigue siendo. No podemos olvidar que las distintas culturas populares han sido un fenómeno abierto y que a lo largo de la historia han tenido influencias mutuas en sus relaciones.
Nos hablaba Oihane de los sistemas de clasificación de los instrumentos musicales: basados en la función musical de los instrumentos (melódica, rítmica, armónica,...); en virtud de los materiales que participan en su composición y en virtud de las fuentes melódicas y de la acústica de los instrumentos de música.
También nos contó los cinco grupos básicos en su sistema: idiófonos, cuando el elemento que vibra es el propio cuerpo del instrumento; membranófonos, cuando el sonido es producido por las vibraciones de la membrana extendida y tensada; cordófonos,formados por cuerdas tensadas que vibran y aerófonos o de viento, que constan de un tubo que guarda la columna de aire y el accionador que precisamos para hacer vibrar es el aire.
Uno a uno fuimos viendo y oyendo el pandero, la trikitrixa, la adarra, la iparraldeko txanbela, dulzaina, atabal, kitarra, alboka, txalaparta, txirula, txistu, danbolina, silbote, ttun ttuna, eltzegorra...
Quisimos aportar nuestra colaboración desde la lectura. En parejas léyeron las características de un instrumento que luego explicaron al resto y de esa manera todos aportaron, todos leyeron, todos explicaron y todos aprendieron, como se hace la cultura: adquiriéndola y ofreciéndola.
Gracias, Oihane, por tu generosidad, por tu sensibilidad y por tu buen hacer.
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