jueves, 21 de octubre de 2010
El oficio de escritor hoy
Dentro de los "Diálogos sobre la propiedad intelectual" organizados por el Departamento de Publicaciones de la Universidad de Deusto, asistí el 21 de octubre en el Forum Deusto a una charla que sobre la idea de "El oficio de escritor hoy" impartió Kirmen Uribe, recientemente galardonado con el Premio Nacional de narrativa por su obra "Bilbao, New York, Bilbao", aunque su obra era ya conocida aquí desde sus primeros poemas,desde su "Bitartean esku eman" hasta su paso por la literatura infantil con la obra "Ni ez naiz ilehoria" pasando porque su poema "Maiatza" fue publicado por el New Yorker.
Kirmen, desde su sinceridad cargada de sensibilidad, cita a autores que fueron su referente: Aresti, Oteiza, Atxaga, Azkue, Txomin Agirre o Sarrionaindia, gracias a los que empezó su trayectoria literaria. Reconoce, no obstante, que hoy en día todo es incertidumbre, como dice Vicente Verdú, entre editoras próximas a cerrar, futuro de las lenguas minoritorias o en qué se va a publicar, si en formato papel o electrónicamente. También admite que ha cambiado la forma de escribir, de leer y de publicar, porque los textos que aparecen en las redes sociales son muy cortos y por tanto no hay joven que consiga leer más de dos o tres horas seguidas.
En su galardonado libro no escribe al modo tradicional, sino a la manera que leen los jóvenes, en primera persona y de forma fragmentaria, en el que cada fragmento es de gran velocidad. Su obra lo contiene todo: ensayo, autobiografía, reflexión, memoria e impresionismo y se inspiró en las nuevas tecnologías, como si las diferentes situaciones fueran hipervínculos ordenados mediante historias en tres generaciones: su abuelo, su padre y él mismo.
Así como antes, modelo Mark Twain, las obras se leían en público, hoy en día todo ha cambiado, porque se puede tener contacto con autores de todo el mundo, lo que conlleva a otro modo de hacerse visible.De hecho cualquiera puede hacer un vídeo- poema con un móvil y colgarlo después en Youtube. Lo que no ha cambiado, tal como piensa Susan Sontag, es la visión ética de la vida que se debe tener.
Hizo un recorrido rápido por los tres momentos básicos de la literatura: Homero ordenó lo que sabía, eligió qué decir y qué silenciar y así empezó la literatura. Con la imprenta se democratizó todo y ahora estamos en la revolución de las nuevas tecnologías.
Para Kirmen lo que nunca cambiará es la capacidad del escritor para transmitir.
En el turno de preguntas, en el que participamos, destacó que cada escritor, al menos él, escribe sobre lo que le gusta, no para vender, que está de acuerdo con Kafka, Joyce y Kundera cuando decían que hay dos fuerzas en la literatura: la de asimilación y la de diferenciación de tradiciones. Casanova decía que en el equilibrio de esas dos fuerzas está la supervivencia y que el marketing ayuda a que una novela esté de moda, pero lo mejor para su éxito es el boca a boca. Para terminar hizo referencia a los tres aspectos que según Nabukov debía tener una novela: contar historias, enseñar y tener encanto.
Lo tendremos en cuenta quienes aspiramos a transmitir algo por medio de la literatura, pero nos quedamos con su capacidad de transmisión, la bondad que acompaña a un magnífico escritor y sobre todo la bellísima persona a quien tuvimos el placer de ver y escuchar.
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