miércoles, 29 de diciembre de 2010
El juego en la infancia
Por qué juegan los niños
El juego constituye en el niño su actividad central. Hace activo lo que muchas veces sufre pasivamente. El niño juega no sólo para repetir situaciones placenteras, sino también para elaborar las que le resultaron dolorosas.
Al jugar, el niño exterioriza sus alegrías, miedos, angustias y es el juego el que le ofrece la posibilidad de elaborar, por ejemplo, los celos hacia un hermanito en el juego con un osito, al que unas veces besa y otras veces pega. El juego le aporta una larga serie de experiencias que responden a las necesidades específicas de las etapas del desarrollo.
Durante el primer año de vida, por ejemplo, los intereses se centran en el chupar, morder o explorar los juguetes, hasta la aparición de los dientes.
Más adelante, el "jugar a la mamá o el papá", le permite identificarse con aspectos de ellos que contribuyen en la formación de la personalidad.
A medida que van creciendo comienzan a jugar con los juegos reglados donde se observa cómo pueden competir, si aceptan o no las reglas, cómo reaccionan frente al ganar o perder, etc.
Un niño que no juega nos hace pensar que algo le está sucediendo, y si esta situación se repite frecuentemente se hace necesario un análisis de la situación.
Cómo juegan los niños
Compartir el juego del niño es una manera de intercambiar con él, contenerlo, y volver a conectarse con una parte de niños que conservamos los adultos a través del tiempo.
El juego provee a los niños la oportunidad de hacer sentir su universo. Esto los ayuda a descubrir y desarrollar su propio cuerpo, descubrir a otros y desarrollar relaciones interpersonales para imitar papeles de la familia y descubrir nuevos modos de operar.
El juego le permite al niño conocer su mundo, descubrir su cuerpo, conocer a otras personas y relacionarse con estas, desarrollar vocabulario e imitar roles de adultos. El juego es un medio primordial en el aprendizaje de los niños de nivel infantil. Estudios han demostrado que el juego con un rango de funcionamiento psicológico incluye pensamiento creativo, solución de problemas, habilidades para aliviar tensiones y ansiedades, habilidad para adquirir nuevos entendimientos, habilidad para usar herramientas y desarrollo del lenguaje.
Rousseau enfatizaba la importancia del niño, desarrollando sus instintos naturales, estableciendo un juego de niños en su ocupación natural y que no sienta alguna diferencia. Él veía el aprendizaje de los niños llevándose a cabo a través de la libertad y espontaneidad que el juego provee. Pestalozzi comenzó la primera educación al exterior enfatizando que los niños deben continuar como lo hacían en el hogar, en orden para algo. Rousseau veía el juego como una forma libre y espontánea de aprender. Pestalozzi creía que el juego debía ser igual al juego del hogar encaminado a aprender.
El juego tiene motivación intrínseca. Es disfrutable, flexible, escogido libremente. No es literal. Requiere actividad verbal, mental y física. Krasnor & Pepler sugieren que el juego puro es una combinación de elementos. El juego del niño es simbólico (representando la realidad); significativo (experiencias relacionadas); activo (los niños están haciendo cosas); placentero (cuando se envuelven seriamente en una actividad); voluntario o intrínseco (motivado); los motivos son curiosidad, materialidad, afiliación con reglas, expresado implícita o explícitamente, episódico, caracterizado por metas emergentes, cambiantes, que los niños desarrollan espontáneamente.
El contenido del juego está influenciado por sus experiencias y por el contexto en el que se encuentran. El contexto puede incluir ambiente físico, tiempo, otros niños y adultos, culturas y expectativas. Jean Piaget propone que el juego puede ser pura asimilación, pero su relación o predominio de su asimilación sobre la acomodación es lo que define una actividad como juego. Dewey sugiere que el juego da prominencia o énfasis a una actividad sin mucha referencia a sus resultados. Bruner, Jolly & Silva, proponen que los niños usan invenciones en las reglas del juego en una forma creativa y generativa. Brunner y Sherwood ven el juego como una oportunidad para practicar su rutina de conducta. Los niños, cuando juegan, están continuamente percibiendo, usando contrastes: un aspecto social, de aprendizaje,... El juego tiene un lugar particular en la Teoría de Piaget. Piaget escribió: "El juego es una forma particularmente poderosa de actividad que tiene la vida social y la actividad constructiva del niño. Las funciones del juego difieren con la variación de edad cronológica. Muchas actividades del exterior e interior de los niños son determinadas por el equipo, espacio y superficie."
Fomentando creatividad
La creatividad es la forma más libre de expresión propio, y para los niños, el proceso creativo es más importante que el producto terminado. No hay nada más satisfactorio para los niños que poder expresarse completamente y libremente. La habilidad de ser creativo ayuda a consolidar la salud emocional de sus niños. Todo lo que los niños necesitan para ser verdaderamente creativos es la libertad para comprometerse por completo al esfuerzo y convertir la actividad en la cual están trabajando en algo propio. Lo importante de recordar en cualquier actividad creativa es el proceso de la expresión propia. Las experiencias creativas ayudan los niños expresar y enfrentar sus sentimientos. La creatividad también fomenta el crecimiento mental en niños porque provee oportunidades para ensayar nuevas ideas y probar nuevas formas de pensar y de solucionar problemas. Las actividades creativas ayudan a reconocer y a celebrar el aspecto único y la diversidad de sus niños así como también ofrecer oportunidades excelentes para individualizar sus actos como padre y enfocar en cada uno de sus niños.
Oportunidades para la creatividad
Para satisfacer la necesidad de sus hijos de ser creativos y de expresión propia, asegurase de proveer actividades basadas en sus intereses e ideas. Aprenda a escuchar atentamente lo que le están diciendo sus hijos. Ofréceles un gran rango de materiales y de experiencias creativas: el trazar, la pintura, la fotografía, la música, los viajes a los museos o parques zoológicos, trabajar con el alambre, la arcilla, el papel, la madera, el agua, las sombras y más. Dele tiempo a su hijo tiempo suficiente para explorar los materiales y para seguir sus ideas. No se olvide de darles tiempo de hablar de estas ideas con otra gente, ambos adultos como los niños.
Variedades de experiencias
Buscan maneras de proveer experiencias multiétnicas, multiculturales y otras experiencias de la comunidad para los niños. Cuanto más experiencias con variedad que tengan los niños el rango de su expresión creativo será más amplio. En cuanto más experiencias personales tengan los niños con otra gente y situaciones fuera de su propio ambiente, más material tendrán para incorporar en sus juegos.
Trampas de creatividad
Aunque entiendan y aprecian las ventajas de la expresión creativa, algunos padres y profesores tienen dificultades de animar tal expresión. Tal vez no se sienten ellos mismos no se sienten creativos o están incómodos con el lío y los materiales. Es mejor dejar que su niño explica su creación en vez de adivinar lo que es. Intente de no juzgar, evaluar o comparar las expresiones creativas de sus hijos. Una poca de asistencia y dirección pueden ser de ayuda, pero tengan cuidado de no interferir con las exploraciones creativas de sus niños.
Fomentando el Proceso Creativo
Para fomentar el proceso creativo, anime a sus hijos a hacer sus propias decisiones. Deles las oportunidades frecuentes y bastante tiempo para experimentar y explorar los materiales expresivos. Lo que sus niños aprenden y descubren de sí mismos durante el proceso creativo es lo más importante. Demuestre su apoyo para el proceso creativo apreciando y ofreciendo apoyo para los esfuerzos de sus niños. La independencia y el control son componentes importantes en el proceso creativo. Esto es especialmente cierto cuando está trabajando con los niños con inhabilidades.
Los juegos creativos
Uno de los tipos más importantes de actividad creativa para los niños es juego creativo. El juego creativo se expresa cuando los niños utilizan materiales familiares en nuevas maneras o de formas poco usual, y cuando los niños interpretan papeles y los juegos imaginativos. Nada da refuerzos al espíritu creativo y alimenta el alma de un niño como darle bloques grandes de tiempo durante el día para juegos espontáneos, inventados por los niños mismos. Pero muchos padres subestiman el valor del juego en las vidas de niños, olvidándose de que los juegos fomentan el desarrollo físico, el mental y el social. Los juegos también ayudan a los niños expresarse, y enfrentar a sus sentimientos. También ayudan a desarrollar la perspectiva única y estilo individual la expresión creativa de cada niño. Además, los juegos son una oportunidad excelente para integrar e incluir a niños con inhabilidades.
Evite dominar los juegos. Deben ser el resultado de las ideas de los niños y no dirigidos por el adulto. Intente fomentar las capacidades de sus niños de expresarse a través de juego. Intente ayudar a sus hijos basar sus juegos en sus propias inspiraciones, no en las suyas. Su meta es estimular los juegos y animar la satisfacción de los niños jugando con otros o consigo mismos. Preste atención al juego, planee para él, y anímelo. Aprenda cómo extender el juego de los niños con sus comentarios y preguntas. Intente estimular ideas creativas animando a los niños a que creen nuevas formas de utilizar materiales. Intente mantenerse abierto a ideas nuevas y originales y anime a los niños a que busquen más que una solución o respuesta. Evite los juguetes y las actividades que explican todo a los niños y que no dejan nada a la imaginación.
El mejor juguete, la dedicación del adulto
En este mundo de prisas, de apuros por ganar el dinero para vivir, los padres se olvidan de lo más valioso que les pueden otorgar a sus hijos: tiempo que pueden compartir con ellos. Tiempo para corregir, para educar, para adquirir hábitos, así como el tiempo que el niño requiere pasar con sus padres.
Alguna vez os habéis preguntado: “ ¿Qué le gustaría a mi hijo hacer hoy con nosotros?”
¿Recordáis qué hacíais con vuestros padres cuando erais niños? ¿Qué era lo que más os gustaba compartir con ellos? ¿Cuántas veces deseasteis tan sólo que os abrazaran o besaran?
¿Habéis pensado, de las 24 horas del día, cuánto tiempo dedicais realmente a los hijos? Pensáis que brindarle un abrazo cariñoso a un niño, tan sólo os llevarán cuatro o cinco segundos, de esos 86. 400 segundos que tiene un día. ¿Es mucho pedir?, ¿verdad que no?
El niño, cuando es pequeño, necesita sentirse amado y cerca de sus seres queridos, simplemente por ser un niño. Que no sólo lo quieran por sus logros, porque se porte bien y obtenga buenas calificaciones, sino tan sólo por ser parte esencial e importante de la familia.
Recordad que para ser un adulto sano y feliz se debe haber sido un niño feliz para poder amar y respetar a los demás, es importante haber sido amado y respetado de niño para saber entregar nuestro tiempo a los demás, es necesario que de niño nuestros padres nos hayan entregado un poco de su tiempo... Pero no sólo como lo entendemos los adultos, sino como lo entiende el niño. A lo mejor para vuestro hijo es importante que estéis con él viendo en el televisor la serie de dibujos que más le gusta, para su niña jugar a las muñecas, o incluso estar cerca de vosotros.
En esta sociedad, con crisis de valores, es necesario rescatar lo más valioso que tenemos como padres es nuestra responsabilidad de crear un mundo mejor y de esperanza para los hijos, en el que ellos se sientan libres y creativos para desarrollarse como personas.
¿Qué podemos hacer para que nuestros hijos tengan deseos de prosperar y de salir adelante en la vida?
Transmitirles un espíritu de lucha, de trabajo constante, de confianza en sí mismos y esto solamente se adquiere cuando el niño se siente a gusto por ser niño, se siente querido y respetado por sus padres.
Yo os invito a que preguntéis a vuestros hijos ¿qué es lo que quieren hacer?, ¿cómo quieren pasar el tiempo y creedme, no es con más dinero, no es con más juguetes, no es con más golosinas, sino simple y sencillamente con una parte de vuestro tiempo.
A veces, como padres de familia, estamos preocupados por la educación de los hijos, y ¿sabéis cuál es la mejor forma de aprender para un niño?, el ver y participar de las actividades de sus padres, imitar hábitos, si bien es importante que tanto el padre como la madre se incorporen a las actividades de sus hijos; para el niño es todavía más importante el participar de las actividades cotidianas de sus padres y del hogar, pues para él es el mundo de sus padres del que quiere formar parte.
Hay niños felices y otros que no lo son tanto porque sus padres no se han preocupado de que el niño o la niña esté feliz, sino que sólo se han preocupado por su vestido, su alimento, su escolarización y se han olvidado de que los niños siempre son más sencillos que los adultos, que la percepción del niño es más simple que la del adulto, que el niño no es tan complicado y que para él cuenta más un poco del tiempo de sus padres que todo el oro del mundo; por ello, dad a vuestros hijos ese espacio que sólo ellos saben aquilatar en toda su magnitud como es el pasar un rato agradable con ellos.
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